Sumario: | Durante los últimos años, los paradigmas en educación se han ido modificando de acuerdo al contexto social, temporal y espacial, al momento histórico, a los avances tecnológicos, etc. Actualmente con el descubrimiento de las neurociencias donde los conocimientos, las actitudes y las emociones están interrelacionados y forman parte de un todo inseparable, se impone un cambio en la práctica docente, que implique lograr en nuestros estudiantes un desempeño global. Para tal fin resulta indispensable diseñar procesos educativos en donde se puedan integrar los conocimientos con el correcto desempeño de destrezas y habilidades, esto es lograr en nuestros estudiantes la adquisición de competencias que les permitan desenvolverse en forma exitosa en el ejercicio de su profesión. Para realizar el proceso de ajuste, es importante considerar algunos aspectos tales como: heterogeneidad de las condiciones previas en las que ingresan los estudiantes a la universidad, el desgranamiento que se produce durante los primeros años, los recursos humanos y materiales con los que se cuenta, la apreciación de la universidad en términos de la formación académica y en investigación de su plantel docente. El enfoque didáctico basado en competencias supone, indudablemente, una nueva forma de afrontar la enseñanza universitaria y se funda en reforzar las prácticas, tomando como referencia el perfil profesional. Los contenidos se visualizan, no ya como un conjunto de saberes disciplinares estancos, sino desde su aplicación en la práctica. De eso se tratan las competencias, combinar contenidos con práctica para logar una aproximación al ejercicio profesional. La formación universitaria debe ser un factor determinante que enriquezca a los sujetos del aprendizaje en todos los ámbitos de su desarrollo. Para lograr un proceso de enseñanza aprendizaje exitoso hay que trabajar sistémicamente en los cuatro ámbitos involucrando competencias integrales que el estudiante desarrolle durante su estancia en la universidad. No es posible proyectar el desarrollo profesional de futuros ingenieros si no se otorga debida importancia a las ciencias básicas como fundamento para nuevos desarrollos tecnológicos. La ingeniería emplea principios de las ciencias química y física, las matemáticas, y el poder del descubrimiento y diseño para un propósito determinado, que conlleva al mejoramiento del bienestar económico, la salud y calidad de vida de las sociedades.
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