| Sumario: | La enfermedad diarreica aguda es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en los países en desarrollo, principalmente entre niños menores de 5 años, y E. coli es un importante agente etiológico de estas enfermedades. En los países en vías de desarrollo, las altas tasas de enfermedades diarreicas agudas reflejan las deficientes condiciones de vida que existen en esas sociedades. Además de la elevada mortalidad que ocasionan en los sectores de población con escasos recursos, son causa tanto de retardo en el crecimiento de los niños y de deterioro en aquellos que sobreviven. La situación es muy grave y compleja, ya que implica profundas raíces culturales y factores que se suman a las más evidentes desigualdades socioeconómicas. El hombre como manipulador de alimentos asume un rol protagónico en la diseminación de estas bacterias. Históricamente los riesgos para la salud han sido interpretados principalmente desde una perspectiva científica, pero desde hace ya un tiempo se sabe que los riesgos son percibidos e interpretados por lo general de modo muy diferente por los distintos grupos que integran la sociedad. La evaluación de riesgos para la salud tiene gran implicancia en las estrategias de control. Deben comprenderse bien las percepciones básicas de la comunidad y sus marcos de referencia antes de interpretar los riesgos y de planear cualquier tipo de comunicación o intervención sanitaria. Proponemos realizar un estudio analítico observacional prospectivo investigando la presencia de genes de virulencia de estas bacterias en las heces de los niños que concurran al Centro de Salud Nº 16 de Guaymallén, Mendoza, para su atención por presentar un cuadro compatible con diarrea, recabar toda la información epidemiológica posible, para detectar conductas de riesgo, y determinar la percepción que los individuos involucrados tengan de los mismos. De acuerdo a los resultados obtenidos se elaborarán nuevas recomendaciones de sistematización de la información que contribuyan a optimizar la recolección de datos y a establecer un sistema de vigilancia epidemiológica. Además de incrementar el conocimiento de la epidemiología del agente patógeno involucrado, estos resultados proporcionarían información invaluable en relación a la percepción del riesgo y generar como consecuencia, programas de educación que contribuyan a modificar conductas de riesgo además de concientizar a la población de su rol protagónico en la prevención de la enfermedad.
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