Sumario: | En las ciudades de provincia la dictadura se vivió de diversas maneras. La dictadura fue cívico-militar, es decir el aparato represivo estatal tuvo soporte en grupos afines de las instituciones cívicas: la Iglesia, los partidos políticos que sostuvieron el funcionariado y diversas instancias de la cultura (editoriales, cine, televisión) que tenían como disyuntiva la adhesión o la censura. El entramado cívico afín al régimen buscó modificar la vida cotidiana de la mayoría de la población allí se accede a una zona de grises en cercanía/lejanía a la clara represión a los/las militantes (desaparecidos/as, torturados/as, exiliados/as). Es posible analizar una trama de represión y de micro resistencias en el campo educativo en Mendoza. La experiencia de vivencias en la dictadura -incompletas en su subjetividad- conforma una forma de acceso a la zona de matices grises en la trama histórica de la educación. Por otra parte el aparato estatal sostuvo documentos, planes, operaciones destinadas a la educación en el aparente objetivo de perpetuarse y modificar el entramado de los modos de educación, los libros y palabras permitidos, el tipo de docente y de régimen de convivencia en las instituciones educativas. Mendoza no fue ajena a la represión ni a las invisibilizadas micro resistencias en el campo educativo. Este proyecto se propone acceder a ambas.
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