| Sumario: | Se plantea continuar con la línea de investigación que se viene realizando desde el año 2016, sobre la disposición marginal a pagar por el agua de riego como precio implícito en el precio de terrenos de uso agrícola. Anteriormente se estudió la cuenca del río Mendoza y en ésta oportunidad se propone estudiar la cuenca del río Tunuyán Superior. Si se logra aproximar, con el método hedónico, la relación de contribución marginal del agua al precio final de la tierra, se podrá obtener la valoración monetaria del metro cúbico de oferta hídrica en la zona, como también la valoración monetaria de la hectárea o metro cuadrado de tierra cultivada o factible de cultivar. Se plantea también continuar con la construcción de series de precios sin precedentes sobre los principales tipos de terrenos de uso agrícola ofertados para la compra - venta en el Valle de Uco, en el periodo 2003-2019. Se confirma la necesidad de profundizar sobre el comportamiento del mercado de tierras agrícolas y las variables que inciden en el precio final de los diferentes terrenos, entre ellas el agua de riego como factor determinante de la producción, debido a que se verifica escasa información sobre el valor económico del agua y a que en la zona de estudio se han planteado problemas vinculados a la escasez del recurso hídrico con pronósticos agravantes para los próximos años, conflictos con la habilitación de perforaciones, extensión de áreas cultivadas y reconversión de cultivos, incrementos de precios de los terrenos agrícolas, entre los más importantes. El presente estudio tiene como objetivos principales: 1- identificar las características o atributos que explican el precio de los terrenos de uso agrícola en la cuenca, estimando la magnitud y la importancia relativa de cada uno. 2- estimar el valor económico del agua para riego, como precio implícito en el precio de los terrenos agrícolas. Este estudio favorece que los actores del sector agroindustrial tanto público como privado, mejoren el proceso de toma de decisiones acerca de potenciales inversiones agropecuarias, nuevos proyectos de infraestructura que impulsen el desarrollo regional, aplicación de Políticas agrarias, regulaciones de tipo legislativas, entre otros. También contribuye a aplicar políticas que favorezcan una mayor eficiencia en el uso consuntivo del agua, lo cual permite la posibilidad de expansión agrícola en Mendoza y una gestión adecuada del agro-ecosistema con sustentabilidad a largo plazo.
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