Sumario: | La fenomenología, en cuanto empresa filosófica, no excluye, que sus análisis puedan ser pertinentes, motivadores y de carácter heurístico para estudios empíricos en el ámbito de las ciencias cognitivas. Gran parte de la discusión y estudios sobre la naturaleza de la cognición social, que también se ha entendido como una perspectiva de segunda persona, ha tenido lugar en el marco de la llamada "teoría de la mente", en sus diversas variantes. Así como el proyecto anterior se centró en el sí mismo [self] como núcleo de la condición subjetiva en cuanto perspectiva de primera persona, emerge ahora necesaria la pregunta acerca de los rasgos esenciales de la cognición social como fundamento de la intersubjetividad. Se profundizará en la relación entre corporalidad e intersubjetividad y la manera en que diversos modos de comprender y fundamentar lo que se ha llamado "el problema de las otras mentes" ha dado lugar, correlativamente, a diversas modos de experimentación y resultados. Considerando que el estudio acerca de la cognición social se ha enmarcado en una concepción de "teoría de la mente", la modalidad de experimentación neurocientífica ha sido la propia de una perspectiva de tercera persona. Con la incorporación de estos análisis fenomenológicos de la cognición social en el ámbito experimental, tiene lugar un cambio de perspectiva debido al giro interactivo: de modalidades observacionales y mecanismos individuales a escenarios interactivos y procesos participativos. La llamada perspectiva de segunda persona ha querido asumir el fenómeno de la cognición social precisamente como su modalidad más propia.La neurociencia social o de segunda persona se ha mostrado por ello relevante para la psiquiatría, ya que, por adentrarse y enfocarse en la interacción social usando paradigmas interactivos antes que la observación social, permite identificar los mecanismos neurales que resultan relevantes y que se encuentran afectados en los desórdenes psiquiátricos. En consecuencia, podría ser beneficiosa tanto para tratamientos como para rastrear cambios a través del tiempo.Resulta de interés, por ello, investigar tanto el sentido fenomenológico de la cognición social como así también las diversas interpretaciones que han encontrado aplicación en la experimentación neurocientífica como perspectivas de segunda persona, a fin de evaluar sus aportes y relevancia, y ofrecer posibles tareas y desafíos aún pendientes.
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