Sumario: | Las metodologías de certificación de edificios se han consolidado como herramientas para la promoción del desarrollo de edificios sustentables y la intención de categorizar los edificios. En la República Argentina han surgido diversas iniciativas a lo largo de todo el territorio nacional. La Secretaría de Estado de la Energía de la Provincia Santa Fe (SESFe) consolidó una metodología que permite la evaluación energética de un edificio residencial. Esta metodología aborda el cálculo del índice de prestaciones energéticas (IPE) y una etiqueta de acuerdo a ese valor. La etiqueta posee siete niveles de eficiencia energética siendo A el de mayor eficiencia y G el de menor eficiencia. El IPE es un valor representativo de una estimación de la energía primaria que utilizará el edificio en un año por metro cuadrado para satisfacer las demandas de confort (térmico-lumínico y ambiental). Esta metodología está limitada para establecer los rangos de valores que correspondan a cada etiqueta debido a la falta de datos de consumos de las diferentes tipologías de edificios residenciales existentes. La problemática encontrada es conseguir valores de referencia de las viviendas. Con un muestreo pequeño y poco representativo no es factible establecer los valores umbrales o rango de la escala. Los metamodelos pueden ser utilizados para obtener predicciones relacionadas con la eficiencia energética de las edificaciones. Se pretende elaborar un metamodelo con base de datos de mediciones y simulaciones paramétricas para poder obtener la media del requerimiento energético de las viviendas del AMM y poder alcanzar una escala representativa que posea credibilidad en la etiqueta y que los edificios con mejores etiquetas sean los que ahorren energía significativamente. El objetivo principal es desarrollar un metamodelo de caracterización simple que permita establecer la media de IPE a partir de la cuál se pueda fijar los rangos de la escala del etiquetado según letras (A, B, C, D, E, F y G). El proceso metodológico de la investigación consiste en tres etapas: 1-Desarrollo del metamodelo, 2-Armado de rangos de valores para escala A-G y 3-Validación y comprobación del rango del etiquetado. Se espera alcanzar una escala de requerimiento energético representativa de los edificios residenciales del Gran Mendoza a partir de la cuál sea factible establecer valores de IPE para los 7 niveles de eficiencia.
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