| Sumario: | La educación juega un papel preponderante en el desarrollo económico de los países. La misma es concebida como inversión en capital humano, el cual es considerado un determinante clave. Por otro lado, se ha señalado que, en los países en desarrollo, las micro y pequeñas firmas son los motores del crecimiento económico. Estas firmas son las que crean empleos y las que impulsan un proceso de innovación y generación de riqueza. Sin embargo, en la realidad esta relación es mucho más compleja. Por ejemplo, un número grande de micro y pequeñas firmas podría estar indicando barreras y carencias en el sector privado para la creación de puestos de trabajos asalariados. La asignación de los trabajadores podría ser tal que firmas más pequeñas surgen como una elección de los trabajadores menos calificados para poder subsistir económicamente (entiéndase trabajadores con menor nivel educativo o con menor capital humano). En este caso, la brecha de los retornos entre asalariados y emprendedores desfavorecería a estos últimos y, por lo tanto, sería razonable suponer que altos niveles de emprendedurismo estén correlacionados con una menor productividad, un lento crecimiento económico y un retraso en el desarrollo. Dada esta hipótesis en esta investigación surge la necesidad de analizar si existe una relación entre los niveles educativos y el grado de desarrollo de micro y pequeñas empresas entre países. En particular, examinar si existen, en países en desarrollo, patrones específicos entre los niveles educativos y las características de estas empresas del sector privado que podrían evidenciar un menor papel de estas en la contribución al desarrollo económico.
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