Sumario: | La noción de lo "público", ya sea en el arte o en otras expresiones de la cultura, nos sitúa en una realidad concreta: lo que es conocido por una sociedad, o bien, lo que pertenece a una sociedad, vale decir, a todos sus miembros.
En el ámbito de las artes visuales el término "público" ha sido ampliamente usado a lo largo del tiempo con alcances claros y específicos.
De hecho, fue especialmente en el campo de la escultura donde se hizo corriente debido a que la escultura instalada en plazas, paseos y parques ha sido comúnmente definida como"escultura pública". De manera que lo público sedimentó como lo opuesto a lo privado y a
lo particular.
Hay que reconocer que desde el punto de vista artístico la categoría "escultura pública" resulta estrecha para integrar algunas producciones. Es el caso de obras que se ubican en la esfera de lo objetual o de instalaciones y no poseen un tratamiento escultórico
propiamente dicho, como también de obras antiguas como los memoriales no figurativos: obeliscos, pirámides, etc. O por el contrario, elementos con un tratamiento escultórico pero que no han sido realizadas como esculturas en sentido estricto, como farolas, bancos y rejas. También porque los límites entre lo público y lo privado han resultado en muchos casos permeables, dinámicos y abiertos a interacciones. Para el historiador del arte, la noción “escultura pública" no deja de ser problemática debido a que los objetos abordados
recurrentemente traspasan su alcance.
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