Sumario: | Si la medicina es solo una ciencia se vuelve dura,técnica, objetiva, insensible. La ciencia nos ha permitido reconocer las enfermedades, pero nosotros interactúamos con enfermos, con sus singularidades, que pueden o no coincidir con las nuestras. Por eso muchas veces reflexionamos y sentimos un faltante en nuestra práctica, faltante que podemos recuperar, a partir de otros saberes como la filosofía. El adentrarnos en el “Lenguaje, sentido y apelación en Martín Heidegger", curso dictado por el Prof. Dr. Carlos Di Silvestre (Facultad de Filosofía y Letras UNCuyo) nos brinda la posibilidad de recuperar el sentido del “ser médico"sin menospreciar la ciencia. No se discute la importancia de la comunicación y recabamiento de datos “objetivos", el problema es que se sobredimensionó este aspecto en desmedro del relato experiencial (Dra. Sara Leticia Molina comunicación personal). La ciencia y la técnica nos han llevado hacia la especialización y súper-especialización fragmentando el conocimiento, “el árbol nos tapa el bosque", impidiendo pensar en la síntesis e integración del todo, y el paciente deambulando entre diferentes especialistas que trabajan en forma aislada y no encontrando una comunidad de práctica de intercambio de saberes. La precariedad del sistema de salud, donde se fue perdiendo la escucha y el habla en la relación médico-paciente, y suplantándola por la técnica con el peligro de un uso inadecuado de la misma, con sus riesgos por malas indicaciones y un uso irracional de los recursos. Todo esto fomentado por una industria, propaganda en los medios de comunicación, empresas de la salud orientadas a los beneficios económicos, dónde los médicos nos vamos transformando en simples intermediarios entre el complejo técnico- industrial y los pacientes, considerados clientes. Nos dice Heidegger : “Dondequiera que el hombre abra sus ojos y sus oídos, allí donde franquee su corazón o se entregue libremente a meditar y aspirar, a formar y obrar, a pedir y agradecer, se encontrará en todas partes con que se le ha llevado ya a lo desocultado"(1) Heidegger comienza sus reflexiones diciendo que la filosofía occidental, había caído en el olvido del ser, y no hubo una preocupación por diferenciar el “ente" del “ser".
El ser fue considerado por la filosofía, algo universal y vacío por lo que no correspondía reflexionar y preguntar por el ser. Heidegger problematiza el concepto del “ser" no lo considera una categoría, ni una simple presencia. Plantea que nos encontramos arrojados o lanzados al mundo de la existencia y acuñó el vocablo “Dasein", que en alemán significa “ser-ahí". Dasein, existencia, ser en el mundo, son sinónimos. Los seres humanos, somos entes que compartimos el “mundo" con otros entes, de esta forma Heidegger se aparta del concepto sujeto-objeto. El “ser" no es un “ente", es algo que hace o determina que la cosa o ente “sea", tenemos una cierta pre-comprención del ser de los entes, es algo “vital" no “teórico", nos encontramos en un entramado de entes como útiles e instrumentos relacionados y en conjunción y no en un aglomerado o amontonamiento, Nos interrogamos por el ser de los entes, nos preguntamos por el sentido del ser de los entes, en un esfuerzo de que aparezca lo oculto y conceptualizarlo (objetivarlo). ¿Pero esto significa que nuestros pacientes son objetos? Los pacientes y los médicos somos proyectos dinámicos, que nos estamos haciendo, somos posibilidades y nuestros pacientes co-existen y con-viven con nosotros, compartimos una experiencia de vivencias, no son objetos delante de nosotros, vivimos una relación no objetual, en el caso del ser paciente y ser médico la preocupación por la enfermedad es esa relación experiencial. Cuando el paciente es sentido como objeto, instrumento o medio para otros fines desaparece el ser médico, lo mismo si el paciente utiliza su enfermedad como beneficio secundario, se oculta el ser paciente en una simulación. Resumiendo “al ente se lo describe, al ser del ente se lo interpreta".(2) El ente es una categoría con límites, el ser no tiene límites es algo abierto y abarca todo, no existe ente sin ser, pero el ser no es un ente. “El ente para mostrar en qué consiste su ser, debe darse a conocer tal como es en sí mismo" como fenómeno según la expresión de Heidegger. El “Dasein" es un ente privilegiado: finito, incompleto, con posibilidades y proyectos en el devenir de la existencia, en el sentido que está abierto a nuevas y cambiantes posibilidades, puede perderse o encontrar el camino en el devenir de su existencia, puede dispersarse o recuperarse de la dispersión. Los médicos obtenemos conocimientos, práctica en nuestro hacer, y vamos madurando como profesionales, poniendo lo mejor de nuestro ser, generando relaciones interpersonales empáticas, mejorando nuestra relación intrapersonal, respetando la dignidad del otro, como única posibilidad de no perder el ser médico. La pregunta que se hizo Heidegger fue: ¿Que es el ser? ¿Cuál es el sentido del ser?.(3) Para encontrar una respuesta usó el método fenomenológico. Cada uno de nosotros pertenecemos a esta tierra, a una época, una cultura, una historia, un habla que es “el hogar del hombre", es el habla y la escucha en el sentido de desocultar el ser del ente en su resistencia a permanecer oculto. Nuestra existencia es finita pero esa posibilidad irreductible –la de morir-, es el trasfondo que nos moviliza en el mundo - donde nos encontramos lanzados frente a posibilidades- , y así no quedar cristalizados en la inacción. ¿Cómo articular conceptos heggerianos como ente, ser, la pregunta por el sentido del ser, ser para la muerte, habla, poesía, técnica, evento, pensar y cómo iluminar el camino o senda del ser médico.?
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