Sumario: | La Filomena se distingue por ser considerada un texto misceláneo debido a su tendencia a la fragmentariedad y a su “variada" matriz compositiva; no obstante, su ordenación obedece a principios unificadores que discurren a lo largo de toda la obra y que la consolidan como una respuesta de Lope a los embates recibidos por sus contemporáneos; caja de resonancia de las polémicas literarias de la época en la que el Fénix construye el espacio ideal para exponer sus alegatos y plantear apologías.
En esta ocasión, nos detendremos en la Epístola primera dirigida a Don Francisco de la Cueva y Silva; en ella, nuestro autor conjuga las honras y honores dispensados a su maestro con una constante autodefensa, con sostenidas invectivas contra “la crítica censura" que detracta su producción literaria y con la imperiosa necesidad de construirse como “famoso ingenio". Controversias en torno a estilos poéticos, competencias autorales y animadversiones personales son algunos de los temas que cohesionan la multiplicidad genérica de La Filomena para constituir un todo rebosante de referencias y significados impregnados de agudezas e ironías.
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