Crisis del capitalismo, oportunidad para los trabajadores

Sin lugar a dudas, el debate en torno a la sociedad, a la forma en la que ésta se configura y avanza a través de la historia sigue siendo central en tanto responde a un debate teórico fundamental para las ciencias sociales. En la siguiente ponencia, me aventuro con total certeza a afirmar que la b...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Naranjo, Noelia
Formato: documento de conferencia
Lenguaje:Español
Publicado: 2019
Materias:
Acceso en línea:http://bdigital.uncu.edu.ar/12200
Descripción
Sumario:Sin lugar a dudas, el debate en torno a la sociedad, a la forma en la que ésta se configura y avanza a través de la historia sigue siendo central en tanto responde a un debate teórico fundamental para las ciencias sociales. En la siguiente ponencia, me aventuro con total certeza a afirmar que la base de la sociedad, sea cual fuere su forma de organización, es el conflicto y el antagonismo. Y que por fuera de lo que algunas corrientes teóricas y de pensamiento presentan, el conflicto no reviste un carácter necesariamente negativo. Son las contradicciones, permanentes e inherentes en lo social, lo que se constituye en agente de transformación y evolución social, en fuente de desarrollo. ¿En dónde aparece el conflicto entonces? ¿Qué significa que estamos inmersos en escenarios conflictuales?¿Cuál es la respuesta a los problemas y conflictos que debemos dar? Cuando empezamos a vislumbrar la importancia de la “dimensión conflictual", lejos de socavar los proyectos políticos, comenzamos a entender los verdaderos desafíos a los que nos enfrentamos. Lo social entonces está atravesado por lo político, y es su elemento fundamental y su razón de ser. Los hombres y las mujeres, nos constituimos como seres sociales. Debemos definirnos como seres políticos y por ende, profundamente transformadores. Pero ¿De qué hablamos cuando hablamos de “lo político"? Hablamos del nivel ontológico, es decir con el modo mismo en que se instituye la sociedad. Lo presento aquí como un espacio de poder, conflicto y antagonismo. Es esa dimensión de antagonismo la que es constitutiva de las sociedades humanas. El eje articulador es la tarea de poder percibir desde lo “político" los problemas que enfrentan nuestras sociedades. Y desde esa identificación de los problemas y de lo político, poder pensar, proponer y construir proyectos políticos estratégicos alternativos al hegemónico. Es decir, tener presente lo que en ciencias sociales, desde la perspectiva materialista dialéctica de la historia, denominamos como contradicción fundamental la que dentro del sistema capitalista refiere a la lucha de clases y al enfrentamiento de los trabajadores y los capitalistas. Es innegable que nos encontramos frente a una crisis sistémica, de múltiples dimensiones; dada por la profundización y el avance del sistema. Mayores niveles de concentración y acumulación de la riqueza; lo que hace que el enfrentamiento entre trabajadores y capitalistas sea cada vez más aguda. Como organizaciones sindicales, sociales, políticas hacedoras de políticas y de políticas públicas; partir de esa contradicción fundamental nos dará claridad para entender lo que está sucediendo hoy en el mundo pero por sobre todo, claridad de acción sobre nuestra tarea y sobre las acciones que deberemos desarrollar.