Sumario: | La configuración de la pedagogía como saber se ha asentado sobre una particular relación
con el tiempo. Como parte de la construcción de las sociedades modernas el horizonte
utópico de la pedagogía atravesó desde sus principios organizacionales hasta los fines que
la educación se dio a sí misma.
Varios siglos después las instituciones educativas conservan un uso del tiempo que no ha
roto con ese pasado, y establecen para sus prácticas un horizonte de transformación tanto
individual como social, que se sigue plasmando en la construcción de un ciudadano. Sin
embargo, los relatos políticos y económicos que organizaron las sociedades modernas
presentan agudas crisis, al punto que suele postularse la caída de las utopías. Una señal de esto lo constituyen las ficciones sobre el futuro contemporáneas. Han florecido en la última década en el campo de la literatura juvenil diversos relatos que describen esos mundos, pero alterando radicalmente la idea de sociedades utópicas y poniendo de relieve distopías y nuevas formas de control.
La intención de esta investigación es indagar cómo se enlazan las pedagogías de nuestro tiempo con horizontes sociales distópicos y con un masivo y generalizado descreimiento por lo que vendrá. La hipótesis es que este desfasaje entre prácticas pedagógicas y futuro contribuyen a la pérdida de eficacia de las instituciones escolares
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