Sumario: | Nos proponemos reflexionar sobre algunas de las particularidades que asume en la Córdoba actual el fenómeno de los Encuentros Culturales; festividades que ponen ‘en juego’ modalidades de creación de “espacios" momentáneos mediante la apropiación de “lugares" ajenos. El caso en análisis es el Encuentro Nacional Cultural de San Antonio de Arredondo, evento auto-gestionado por un grupo de vecinos que se realiza, desde 1991, en la localidad homónima de la región serrana de Punilla. Las nociones “lugar" y “espacio" de De Certeau nos permiten observar, en el primer caso, los límites ineludibles del juego macro social en que se desarrollan los Encuentros; en el segundo, las apropiaciones y corrimientos grupales de esos límites. En el orden del lugar se observa que Punilla viene siendo objeto, durante los últimos años, de transformaciones desarrolladas a partir de las lógicas del capital mediante la instalación de proyectos inmobiliarios de inversión privada que han traído aparejados serios problemas socioambientales. En tensión, “el Encuentro" posibilita la vivencia de un habitar comunitario sin fines de lucro donde las tranqueras físicas son abiertas y ciertos candados económicos destrabados, aunque la separación clasista no tarda en manifestarse como infranqueable disponiendo desigualmente - entre unos y otros- el acceso al disfrute compartido. Las reflexiones de Michel Maffesoli sobre las socialidades de nuevo tipo son aportes que –en diálogo con la teoría de la poiesis cotidiana y del espacio vivido de de Certeau y determinados estudios sobre cuerpos y emociones- permiten advertir en los Encuentros búsquedas de otras maneras de estar-juntos: prácticas lúdicas y rituales de cuidado del territorio expresan formas de racionalidad amplias guiadas por la proximidad con los demás y con la naturaleza. Nuevas formas de “socialidad" tensionadas y entrelazadas con las tendencias dominantes de “lo social".
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