Sumario: | En sus lecciones sobre filosofía y sociología Adorno reivindica el programa de una teoría de la sociedad capaz de reflexionar sobre la mediación de la totalidad social en el análisis de lo particular. Reivindica en esta tarea el momento de verdad del Chosisme de Durkheim ante la comprensibilidad de sentido weberiana, reconoce su astucia de ver a la sociedad "allí donde no entiendo, donde ella duele" (2015:133). Es desde el reconocimiento de la insuficiencia de categorías que vuelvan inteligible los dolorosos mecanismos de sujeción, de construcción de subjetividad (neoliberal e indolente), y de reproducción incesante de una injusticia económica, política y cultural, que proponemos interrogar la vigencia de la crítica de la ideología. Buscaremos, así, acudir al llamado de Adorno a elaborar una tipología de las ideologías que, sin negar su “eternidad" –a la manera de Althusser– repare en su historicidad, esto es, en su relación singular con el modo de producción económico-social.
En este sentido, proponemos avanzar sobre el esbozo adorniano de una ideología como
justificación que anticipa ciertos desarrollos como los de Boltanski y Chiapello–, de otra como compensación deudora antes de las religiones, ahora, quizás de las más laicas técnicas del "arte de vivir" y, por último, sin pretensión de exhaustividad, una ideología de encubrimiento. Esta distinción no debería hacernos perder de vista la posibilidad de que ellas, junto a otras modalidades de la ideología, operen simultánea y contemporáneamente.
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