Sumario: | El impulso dado a la Acción Católica a partir de 1936 puede entenderse como una estrategia del Obispado riocuartense para enfrentar al sabattinismo, entendido como la encarnación cordobesa de dos de las principales amenazas que por entonces atormentaban a la Iglesia: el laicismo y el comunismo. Se constituyó en una de las principales armas para la recristianización de la sociedad a través de la conquista de los distintos espacios de sociabilidad: la familia, los amigos, el trabajo. Se buscó, en particular, construir lazos con figuras clave del ámbito social, político y militar. Para ello, fue fundamental la estrategia de multi-referencialidad a partir de la revitalización de organizaciones ya existentes y la creación de otras nuevas bajo la dirección de militantes católicos.
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