Sumario: | A partir de la común afición de Roberto Arlt y Leopoldo Marechal por el género dramático, se analizan los elementos teatralizadores presentes en sus novelas, en orden a señalar la importancia que adquieren en la configuración total de la obra y también el diverso fundamento ideológico que en cada uno de los escritores es dable advertir. En efecto, así como ambos mantienen la convicción de que hay una escisión entre el ser y la apariencia, Marechal entiende que Dios es el Espectador de una vistosa comedia interpretada por los hombres. De ahí que Sujeto y Objeto de la representación se distingan nítidamente. En Arlt, por el contrario, la actuación reúne dentro de un mismo personaje al Actor y al Espectador, que así se debate alocadamente en un juego sin fin.
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