Sumario: | Al analizar los movimientos de la oferta laboral durante el periodo de los años 1990 a
2010, se advierte que su variabilidad depende de manera significativa de las
oportunidades laborales existentes en el mercado. Por esta razón, las retracciones
de la tasa de empleo sufridas en este período no generaron cambios significativos en
la tasa de desempleo.
Entre 1996 y 2006 existió una baja sensibilidad entre el nivel de producto medio y el
nivel de salarios reales, sin embargo, ambas variables se movilizaron en el mismo
sentido.
En el sector secundario, durante el periodo 1995 y 2001, existió una retracción en la
demanda de empleo que produjo una caída en la tasa de salarios. Por su parte el
sector terciario, mostró un aumento en la demanda relativa de empleos cuyos
efectos derivaron en un aumento en la tasa de salarios.
La participación de la mujer en el mercado de trabajo mantiene una tendencia
creciente en el período nombrado, por otro lado, los varones muestran una
participación levemente decreciente durante el mismo período. La tasa de empleo
femenina mantiene una tendencia creciente mientras que la tasa de empleo de los
varones presenta el comportamiento contrario. Este hecho ha generado una
situación en la cual la importancia relativa de la mujer en el total de los puestos
ocupados es cada vez mayor.
La oferta laboral de aquellas personas que poseen niveles de estudios más bajos ha
experimentado una retracción. Este comportamiento surge como consecuencia de la
disminución de la demanda de empleo con dichas características. La creación de
puestos de trabajo favoreció a los trabajadores con un nivel de instrucción de igual o
superior al secundario completo y jugó en contra de los trabajadores menos
instruidos.
Entre octubre de 1991 y octubre de 2001 el desempleo experimentó en el Gran
Mendoza un incremento de importancia. El deterioro del mercado de trabajo
comenzó a mediados de la década de 1990, el valor de la tasa alcanzó dos dígitos
en el 2000, sin embargo, la tasa ha sufrido grandes disminuciones hasta la
actualidad. Aunque la tasa de desempleo haya disminuido fuertemente, el mercado
laboral en Mendoza todavía posee altas tasas de empleo precario.
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