Sumario: | En México, los intermediarios laborales tradicionales en la agricultura han sido cruciales en la construcción de dinámicos emporios agroindustriales. Con base en evidencias empíricas se reflexiona sobre la dimensión simbólica de su papel como enlace entre capital y trabajo, articulando espacios culturalmente diferenciados, ya sea como representantes o como traductores de códigos disímiles. Esta perspectiva puede servir para entender prácticas laborales consuetudinarias del medio rural, pero también cambios asociados con los nuevos estándares de calidad del mercado global agroalimentario.
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