Sumario: | Una de las consecuencias del acaparamiento creciente de las tierras por las empresas transnacionales, del desarrollo excepcional de la agroindustria y del extractivismo en América Latina durante las tres últimas décadas, es la recurrencia de las movilizaciones campesinas y de los conflictos territoriales en las zonas rurales. Es claro que desde la revolución mexicana, con la cual inició el siglo XX en América Latina, las movilizaciones campesinas fueron constantes en la región, sin embargo, cabe señalar que su importancia siguió en aumento desde hace treinta años, en un contexto de fortalecimiento del capitalismo, consecuencia directa de la actitud benevolente de los Estados con los actores dominantes del campo económico (Bourdieu, 2000), que no paró de negar la especificidad de los territorios rurales, alterando sus estructuras sociales y deteriorando sus recursos naturales.
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