Sumario: | “ Reforma agraria” fue una expresión mágica en el mundo del desarrollo rural latinoamericano
durante décadas. En los últimos veite años, sin embargo, se la ha considerado como un tema
inviable en los escenarios de la globalización. El objeto del arículo es, no tanto proponer un
balance exhaustivo de lo que supuso la era reformista, como señalar sus “luces” (su contribución
a la modernización de las estructuras agrarias) y sus “sombras” (la situación en que quedó un porcentaje
significativo de la población campesina). Más allá de las interpretaciones convencionales,
se pone énfasis en la importancia de analizar algunos de los efectos nunca previstos –sobre
todo en el ámbito de la redefinición de los actores sociales– y traer a colación qué de retórico y
qué de razonable hay en el argumento del obsoletismo de este tipo de medidas redistributivas,
más en un horizonte en que instituciones como el Banco Mundial están empezando a revisar la
propia noción de reforma agraria como estrategia plausible de cara al futuro inmediato.
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