Sumario: | Pensar, hoy, en la existencia de un desequilibrio entre la ciudadanía política y la ciudadanía social, es decir, concebir las relaciones ciudadanas a través de un espectro que muestra, de manera cada vez más contundente, mayor vigor en el actuar político y, paralelamente, una descomposición del lazo social y de
la solidaridad parece ser acertado si se piensa la sociedad desde un espectro histórico, como lo hace Pierre Rosanvallon en el libro La sociedad de iguales. Desde esta perspectiva, la premisa que propone el autor es entender la noción de igualdad ya no como una cuestión de distribución de las riquezas, sino redimensionarla en su cualidad democrática, es decir, como un asunto principalmente relacional.
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