Sumario: | En el periodo posrevolucionario, la familia unía a sus miembros alrededor de la organización productiva agrícola del predio y del ejido. Hoy en día, las familias ejidales viven esencialmente del salario de sus integrantes y, por lo tanto, sus estrategias de reproducción las toman a partir de las condiciones variables e inciertas del mercado de trabajo en el campo, donde la agricultura ya no es la fuente principal de ingreso. Este artículo analiza cómo se han modificado las condiciones laborales de existencia de la
familia ejidal en un ejido cafetalero del Soconusco, Chiapas, y la manera en que los “soportes familiares” reaccionan a esos cambios. A partir del análisis de dos genealogías familiares distintas, se demuestra que las dificultades o facilidades laborales actuales que viven esas familias se explican por desigualdades preexistentes, pero que se siguen dando en modalidades distintas.
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