Sumario: | Las ciudades africanas no funcionan, o por lo menos, sus caracterizaciones convencionales están repletas de descripciones que oscilan entre las luchas valientes, aunque a menudo desencaminadas de parte de los pobres para ganarse los medios mínimos de subsistencia, y las descripciones más insidiosas de cuerpos involucrados en una liminalidad casi constante, en decadencia o en conflictos étnicos y religiosos. Un punto de vista algo más generoso señala que las ciudades africanas son obras en construcción, al mismo tiempo extremadamente creativas y extremadamente estancadas.
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