Sumario: | El actual contexto de América del Sur, signado por el fin de los conflictos convencionales y por la creciente
interdependencia económica, ha transfigurado los fundamentos de las regiones de frontera. Las mismas se
convirtieron en “áreas grises” o, aún más, en meras “zonas de servicios” propensas a la penetración de fenómenos
como el crimen organizado. La trata de personas que tiene lugar en la triple frontera compartida
por Argentina, Brasil y Paraguay constituye un concreto ejemplo del nexo que ha de establecerse entre la
comunidad limítrofe y el delito organizado transfronterizo, en un ambiente de desinterés de los territorios
de frontera por parte de los diferentes países del Cono Sur. Se presentará evidencia vívida de los lazos que
hacen de la población de dicha frontera tripartita, tanto víctimas como victimarios de la trata de personas
con fines de explotación sexual, a raíz de la vulnerabilidad económica, social y política que sufre la zona
en cuestión.
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