Sumario: | En 1930 Ecuador recibió la primera convocatoria para participar en un concurso internacional de belleza que se llevaría a cabo en Florida, Estados Unidos. Para ello se organizó un evento nacional cuya final estaría compuesta por ocho candidatas, cuatro de Guayaquil y cuatro de Quito. Estas debían ser propuestas y postuladas por los propios habitantes de las comunas y sectores poblacionales, de acuerdo a “la belleza y a la gracia” personales. Las finalistas serían elegidas por votación popular en urnas dispuestas en correos, juzgados parroquiales y cines4. El evento despertó poco a poco el interés de la población. Y es que la elección de la Señorita Ecuador 1930 tenía un “imperativo patriótico”: en ella estaba “envuelta la reputación ecuatoriana”. La elegida sería la enviada “de la hermosura, y lo que es más de la cultura del país”, representación y exportación, en un cuerpo de mujer, de la nación y su cultura.
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