Sumario: | Las actividades productivas generan riesgos antrópicos a mediano y largo plazo. La zona de estudio se ubica en las Parroquias de Pomasqui, San Antonio y Calacalí, donde se han producido riesgos debido a las actividades humanas, en este caso, por la explotación de las canteras para abastecer el mercado de la construcción del Distrito Metropolitano de Quito. La investigación propone determinar los riesgos antrópicos generados por la actividad minera. Los pobladores de la zona identifican que la minería artesanal en sus inicios constituyó una fuente de trabajo, donde sus familias también se involucraban. Actualmente, se observa que en la mayoría de las canteras se utiliza maquinaria especializada y no participan los trabajadores de la zona. Los taludes de las canteras son de 80º y 90º grados, generando amenazas para los trabajadores y moradores de las viviendas aledañas. Uno de los mayores impactos es la contaminación del aire, sin embargo, el suelo y los cursos de agua están siendo afectados por los desperdicios que produce la actividad minera. La población, que está expuesta permanentemente al polvo ocasionado por las canteras y al transporte de material, acusa enfermedades de tipo respiratorio. Así mismo, el ruido ocasionado por el transporte constituye una molestia constante para los pobladores.
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