Sumario: | En diciembre de 2003, después de una intensa presión y movilización popular, el Congreso
Nacional de Brasil aprobó la Ley 10826 —conocida como el Estatuto de Desarme— para
reforzar el control sobre las armas en circulación en el país. Los resultados se dieron de inmediato: cinco mil vidas salvadas durante el primer año en vigor de la ley, lo que significó una disminución de la tasa de homicidios en Brasil por primera vez en más de una década. Seis años más tarde, el Instituto Sou da Paz presenta un nuevo estudio que evalúa la aplicación
de las medidas establecidas por el Estatuto de Desarme y ofrece recomendaciones a las instancias gubernamentales responsables, con la intención de garantizar la aplicación
integral de la ley, para que se pueda prevenir otras miles de muertes.
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