Sumario: | Estos malignos y pestilentes animales…son detestables por su cuerpo frío, su palidez, esqueleto cartilaginoso, piel desagradable, aspecto feroz, ojos calculadores, olor irritante, voz chillona, moradas miserables y terrible veneno”. Así describió el naturalista sueco Carl Von Linneo en 1758 a los anfibios (Linneo, citado por Wells, 2007: 1). En la actualidad la reputación de sapos y ranas ha mejorado considerablemente, pero todavía existen aquellos que tienen una idea equivocada de estos animales. Lo que estas personas no saben es que las ranas y sapos son elementos de extrema importancia en los ecosistemas naturales, la medicina y la industria turística.
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