Sumario: | Los ajustes neoliberales introducidos en la legislación bolivana han facilitado la apropiación de
los recursos hidrocarburíferos por parte de las transnacionales petroleras. Estas compañías invaden
territorios indígenas y áreas protegidas. En su accionar generan graves conflictos ambientales
con las comunidades locales. La costrucción de los gasoductos Bolivia-Brasil, Cuiabá y
Gasyrg así como la oposición de la población a exportar gas a Estados Unidos nos reflejan cómo
la población se organiza para resistir al expolio de las compañías petroleras. Las movilizaciones
populares de “La Guerra del gas”, en octubre 2003 no han terminado, porque el gas sigue
en manos extranjeras.
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