Sumario: | El actual Sistema de Salud chileno nace en 1952 con la conformación de una extensa red asistencial, con distintos niveles de atención y presencia en todo el territorio. Este sistema se modificó durante la dictadura militar, traspasando la Atención Primaria de Salud a los municipios y creando una nueva institucionalidad. El sistema de salud es segmentado y fragmentado, en el financiamiento y aseguramiento como en el modelo de organización, gestión y atención de la provisión de los servicios, respectivamente. La rectoría y la regulación recaen en el Ministerio de Salud. El aseguramiento puede ser público (Fondo Nacional de Salud), privado (ISAPRES), institucional cerrado (Fuerzas Armadas y Carabineros, con financiamiento principalmente fiscal) o laboral (Mutualidades privadas con financiamiento de trabajadores y empleadores). El sistema de salud hoy atiende a una población envejecida y con un perfil epidemiológico donde predominan las enfermedades no transmisibles y alta presencia de factores de riesgo –obesidad, sobrepeso, consumo de alcohol, bajo consumo de frutas y verduras y elevado sedentarismo–. Para Chile, señala la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que el mayor reto para los próximos años será disminuir las desigualdades socioeconómicas que impiden un desarrollo más equitativo, integral e inclusivo. Las inequidades en términos de la atención de salud, vinculadas a factores sociales, económicos y culturales (pertenencia a grupos indígenas, el lugar de residencia o el
énero), unido a positivos resultados a nivel global que no toda la población goza, está a la base de que sólo la mitad de quiénes se encuentran adscritos a FONASA se sientan protegidos o muy protegidos por el seguro público. A contar del 18 de octubre de 2019, Chile vive un proceso de convulsión social, con múltiples y permanentes manifestaciones de descontento por parte de la ciudadanía, lo que ha obligado a postular modificaciones a FONASA, como seguro público y a las ISAPRES. Sin embargo, las propuestas legislativas en análisis no pasan de ser soluciones cosméticas que no abordan el problema de fondo. En contraposición al modelo actual, sectores progresistas, académicos de distintas universidades y economistas de la salud han planteado una reforma estructural y profunda del sistema de salud, orientado a la creación de un Sistema Nacional con un fondo único, con un enfoque solidario en su financiamiento y de derechos.
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