Sumario: | He recibido la partida de Jorge León como muchos que lo conocieron, con el dolor que causa la ausencia de un amigo. Mirando en la distancia, vienen a mi mente algunos momentos en los cuales puedo recordar cuando lo conocí y pude compartir ideas, proyectos y visiones del mundo. Pero sobre todo aprendí de él a entender mejor la dinámica de los movimientos sociales y el juego político. En este sentido, lo valoro como un maestro. A Jorge debo situarlo en su dimensión personal del amigo que establece un contacto basado en el diálogo. Para mencionar los años recientes, era un vínculo que se traducía en memorables encuentros en su casa donde compartía su talento gastronómico y capacidad de diálogo reuniendo a personas muy distintas.
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