Sumario: | Este artículo de investigación reconstruye la trayectoria del G20 desde 2008 hasta la
actualidad, con especial foco en tres temas de su agenda –regulación financiera, comercio internacional y deuda soberana– que son centrales tanto por su peso durante la última década como por su relevancia en la etapa actual. Se analiza en particular qué
continuidades y rupturas exhibieron las posiciones del G20 respecto de aquellas políticas previamente impulsadas por el G7, con el fin de evaluar el impacto real que tuvo la incorporación de las economías emergentes a la mesa chica de la gobernanza mundial. Nos preguntamos si la consagración del G20 como foro de Jefes/as de Estado generó cambios en las políticas de liberalización, desregulación y financierización y, en ese caso, en qué consistieron dichos cambios. En el escenario actual, marcado por la crisis del multilateralismo y de la hiperglobalización, el G20 desembarca en América Latina debilitado, cuestionado y fracturado. El futuro del foro se debate entre la conflictividad y la intrascendencia, aunque, quizás, también ofrezca una oportunidad impensada: la de impulsar a las mayorías del mundo a construir una nueva forma de cooperación multilateral que sirva directamente a los intereses nacionales, con eje en el desarrollo sustentable y sobre los valores de solidaridad, democracia e igualdad.
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