Sumario: | Según las estadísticas, los campesinos peruanos son más numerosos que nunca y controlan una parte importante de la superficie agropecuaria del país. Los estudios cualitativos muestran que, aparte de regular el acceso a la tierra, sus organizaciones manejan también otros aspectos de la vida social y económica en los territorios delimitados por sus propiedades colectivas. A nivel nacional, en cambio, sus intereses están débilmente representados y las políticas de las últimas décadas les han sido contrarias. El artículo discute la posibilidad de que el modelo de desarrollo territorial experimentado por el país desde los años 2000 pueda serles más favorable, gracias a una potencial concordancia con su propia escala geográfica de acción.
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