Sumario: | Son tantos asuntos los que mantienen nuestra atención en la vida diaria, que dejar espacio para pensar en aquello que ocurre donde no podemos ver es aparentemente cada vez más difícil. Sobre todo en aquellos lugares que han sido configurados para recluir a sujetos y poblaciones específicas con la intención de apartarlos de la comunidad. Si bien es cierto que el confinamiento no fue el argumento central que originó la construcción de espacios de encierro, como lo fueron hospicios, manicomios y prisiones, por mencionar aquellos lugares que condensan mayor peso simbólico, formó parte de una concepción institucional que lo pensaba, justamente, como parte de la pedagogía para reformar a aquellos sujetos que llegaban hasta sus puertas por razones conflictivas.
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