Sumario: | A pesar de ser alarmante la tasa de incidencia de violencia contra los menores, este tema, por lo menos en el Ecuador, no ha sido objeto de una investigación científica seria, tanto en el plano cuantitativo como cualitativo, resultando raras veces pertinente la intervención; y tampoco la denuncia indiscriminada a las autoridades aporta una respuesta adecuada. Es urgente crear espacios de atención integral, que se encarguen de un trabajo con la familia, incluido el agresor o agresora; y en los casos más graves recurrir a una justicia restaurativa que tome en cuenta a las víctimas, así como a los victimarios. Será posible entonces evitar el ciclo de las revictimizaciones y proponer los lineamientos para una verdadera prevención.
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