Sumario: | Las representaciones institucionales oscilan entre una ¿infantilización' del niño, supeditando su carácter de persona a sus condiciones infantiles, con el riesgo de puerilizarlo en su desarrollo, y una ¿adulteración' del niño, que supedita su condición infantil al carácter de persona. Hoy el discurso neoliberal, el mercado y una infantología irresponsable tratan de ¿librar' lo antes posible al niño de sus condiciones infantiles, para asimilarlo al adulto. La atribución de todo un cuerpo de derechos al niño, cuyas posibilidades para ejercerlos prescinden de sus reales condiciones infantiles, tienden también a asimilar el niño al adulto ante la ley, con graves consecuencias judiciales y penales para niños precozmente criminalizados. La sociedad actual se desembaraza así de toda responsabilidad respecto de una delincuencia y criminalidad infantiles cada vez más precoces.
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