Sumario: | Esta “monografía” sobre la región de San José de Minas o la región peruchana, como la llamó el autor en 1923, es el resultado de un interesante y minucioso trabajo etnográfico y de investigación documental realizado por José María Coba Robalino mientras cumplía su función de párroco. Coba Robalino fue un interesado en la historia ecuatoriana, probablemente autodidacta, conocedor de la producción historiográfica ecuatoriana de la época. Durante su estadía en la región de Perucho, combinó su acción religiosa con la investigación.Durante su vida religiosa se desempeñó como párroco en varios lugares, en Píllaro, de donde fue nativo, en la parroquia de San Sebastián de Quito, (1908), en Nono (1917), en la parroquia de Chimbacalle de Quito, en 1917 y en San José de Minas desde 1921 hasta 1924, y para 1929 ya consta como miembro de número de la Academia Nacional de Historia.Escribió varios textos sobre la historia temprana del Ecuador siguiendo la línea y las interpretaciones de la obra de Juan de Velasco, que para los inicios del siglo XX era la dominante.En esta línea hay varios trabajos como el Origen de los Caras, La Caída de los Shiris, Prisión y muerte de Atahualpa y su trabajo sobre Rumiñauhi. En este número se publica una segunda parte de la monografía (9. Nombres y apellidos y de la Época II, los capítulos I y II). Lo que corresponde a Nombres apellidos es una recopilación de nombres de sitios, ríos, plantas animales y apellidos, y la Epoca II, está dedicada a la descripción de los procesos de conquista española, a la organización de doctrinas y en especial a la acción de franciscanos y jesuitas en la región.Uno de los elementos relevantes de este trabajo, que es poco frecuente entre los autores de la época, es la referencia a las fuentes de información. Como en su mayor parte son fuentes orales y etnografías adjunta la lista de los informantes con su descripción básica, nombre, edad, y ocupación; y cuando son fuentes escritas cita los estudios o las fuentes documentales. Esta articulación de fuentes orales y escritas le permite hacer una pequeña etnografía de lo que llamó la región Peruchana.
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