Sumario: | En varios sitios arqueológicos entre el valle de Quito y la provincia de Manabí, se ha podido identificar en su estratigrafía la(s) tefra(s) del último ciclo eruptivo del volcán Pululahua (2500 a 2400 años AP). En las zonas afectadas por este fenómeno natural, esta capa de ceniza es un referente cronoestratigráfico que coincide con el final del período Formativo Ecuatoriano. El material cultural encontrado bajo esta tefra muestra evidencia de relaciones sociales y de intercambio entre varios grupos humanos contemporáneos. Esta interrelación se dio a nivel regional e interregional, evidencia de esto es la presencia de obsidiana y cerámica de características Cotocollao a lo largo de la sierra y noroccidente de Pichincha, así como cerámica con características Chorrera hacia el norte, sur y este en la costa, hasta alcanzar la sierra. De esta red de relaciones surgen varias características socioculturales que sugieren existía complejidad social al final del período Formativo Tardío.
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