Sumario: | No quiero entrar aquí en un análisis detallado del levantamiento indígena de enero-febrero de 2001. Me parece que los aportes de los otros contribuyentes a este debate contienen muchos elementos muy satisfactorios en este sentido. Aunque no estén de acuerdo sobre el significado preciso de esta lucha y sobre las perspectivas que abre para la sociedad ecuatoriana, cada uno de ellos subraya la profundidad del problema social y político revelado por este conflicto, y la superficialidad de la caracterización del movimiento indígena ecuatoriano como una ”minoría subversiva” de agitadores esencialmente interesados en sembrar el caos en el país, como lo propugnaron ciertos sectores del gobierno. Mi objetivo será, más bien, tratar de alucidar un problema varias veces en modo muy directo, a los propios actores del movimiento.
|