Sumario: | Las comunidades del Alto Naya en Colombia lograron titular sus territorios ancestrales en el año 2016, pero no han conseguido materializarlo. Políticas de desarrollo territorial ineficientes y en gran parte inefectivas inciden en la vulneración de sus derechos tanto por parte de agentes reclamantes de la propiedad territorial, basados en las legalidades que datan de la Colonia española, como de agentes económicos que ven en dichos terrenos la posibilidad de explotar a grandes escalas los recursos naturales que abundan. Esto acaba con la forma de vida nómada de las comunidades, confinándolas a un sitio fijo, destruyendo el corredor ecológico en el que se asientan y convirtiendo indígenas y afrocolombianos en obreros asalariados. En esta dirección, el traspaso de funciones de las instituciones encargadas de ejecutar las sentencias de los órganos judiciales y de control, respecto de la titulación de tierras ancestrales, y falta de claridad sobre funciones administrativas, hace que políticas encaminadas a dar solución se tornen, cada vez, más conflictivas.
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