Sumario: | Desde el 11 de septiembre de 2001 existió, a escala mundial, un retorno a la seguridad basada en acciones militares. Los eventos ocurridos en la frontera colombo-venezolana a finales de agosto de 2015 son la muestra fehaciente de que el orden mundial y regional aún activa sus mecanismos militares como estrategia de seguridad de primer orden. La integración regional entonces se ve amenazada por las escaramuzas fronterizas que llevan a la militarización de estas zonas; ello evidenció una tensión clásica entre la seguridad nacional del Estado frente a las crisis humanitarias y los derechos humanos. La respuesta a esto no es sencilla y puede tener varios mecanismos, los cuales necesitan, en lo prioritario, una fuerte estructura institucional de la cual carecen en la actualidad muchos países de la región que mantienen la visión clásica de la defensa y la soberanía territorial frente a los derechos humanos.
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