Sumario: | A mediados de la década del ochenta Colombia enfrentaba uno de los periodos más críticos de su historia reciente. En esos años, la agudización de los conflictos económicos, sociales y políticos del país se revirtió con fuerza en el conflicto armado, lo que propició el pesimismo generalizado sobre la paz negociada con los diferentes grupos guerrilleros, la reorganización y el fortalecimiento de estos grupos insurgentes que decidieron una integración nacional de sus acciones bélicas y políticas, la intensificación de distintas medidas policivas y militares por parte de la fuerza pública y la expansión de unas mafias que, al tiem- po que ampliaban sus estructuras de sicariato y terrorismo urbano, renovaban viejos proyectos paramilitares o aupaban unos nuevos en diferentes regiones y provincias del país. En medio de esta situación era evidente una crisis profunda de la institucionalidad, que llevó a no pocos a señalar que Colombia era una democracia acorralada y claudicante.
|