Sumario: | Las etapas de crisis pueden ser entendidas de varias maneras. No solo como procesos de quiebre de escenarios institucionalizados que pueden llevar a la incertidumbre de la organización social; sino también como oportunidades de cambio para re-pensar las instituciones. El “convulsionado” siglo XX fue en sí mismo una era de cambios permanentes, que trajo con su culminación dos maneras de entender la crisis que generó el agotamiento de sus estructuras; por un lado, una angustia por perder los referentes sobre los que se forjaron las luchas ideológicas de los últimos 70 años; y por otro, una oportunidad de volver a encauzar el camino desviado por la lucha bipolar de la guerra fría.
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