Sumario: | El artículo se propone entender la Plaza de Mercado como lugar de memoria partiendo de un análisis que involucra cómo los regímenes de verdad que se establecen desde la higiene y la salud pública determinaron la consolidación entre otros dispositivos como la cárcel, el leprocomio y el hospital: la plaza de mercado. Este último se caracteriza por pervivir como anclaje del mundo rural donde se presenta una agrupación intencionada de unos oficios populares, al igual que significa el principio de abastecimiento de las ciudades y el escenario de los debates y corrillos que permitieron consolidar audiencias a los procesos revolucionarios y sociales. Hoy ese antiguo espacio, en principio de localización del comercio, escenario de los procesos revolucionarios, se debate en la lucha por permanecer ante nuevas prácticas y discursos del mercado y de la cultura como son las grandes superficies o hipermercados y centros comerciales.
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