La superación de la crisis de valores y violencia en la sociedad contemporánea

Las sociedades contemporáneas se caracterizan por una crisis de valores. La mentira, el miedo, el robo, la corrupción, la soledad, la depresión o la violencia son sus características más comunes. Dichas características generan confusión y desorientación en las personas que integran estas sociedades,...

Descripción completa

Detalles Bibliográficos
Autor principal: Oscar Diego Bautista
Formato: artículo científico
Lenguaje:Español
Publicado: Universidad Autónoma del Estado de México 2012
Materias:
Acceso en línea:http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67622579006
http://biblioteca-repositorio.clacso.edu.ar/handle/CLACSO/85705
Descripción
Sumario:Las sociedades contemporáneas se caracterizan por una crisis de valores. La mentira, el miedo, el robo, la corrupción, la soledad, la depresión o la violencia son sus características más comunes. Dichas características generan confusión y desorientación en las personas que integran estas sociedades, lo que a su vez crea conductas nocivas, incluso patológicas; como ejemplo está la violencia, presente en los niños, jóvenes y adultos. En 2006, la Organización Mundial de la Salud (oms) la reconoció como un problema de salud pública cuya naturaleza es compleja porque integra diversos factores: biológicos, sociales, económicos, políticos y familiares. Los comportamientos violentos se encuentran: a) en el ámbito familiar, b) en el ámbito educativo, c) en el ámbito laboral, d) en los espacios públicos, e) en los medios de comunicación. En la era posmoderna, los individuos experimentan grandes dosis de escepticismo, confusión, vacuidad y hedonismo. Para los teóricos de la posmodernidad la ética ha muerto dando paso a que los diversos antivalores sean liberados, incluso sean puestos de moda. Para desenmarañar esta trama o intentar salir del laberinto en el que se encuentra metida la sociedad contemporánea, sin duda, es fundamental que cada individuo encuentre el propio sentido de la vida. Para fortuna de la humanidad, la confusión y desorientación se pueden combatir con educación y ética.