Sumario: | Desde su primera juventud hasta su trágica muerte, Roque Dalton se consideró a sí mismo un revolucionario comprometido con la emancipación social de los oprimidos y explotados. El mes de su cumpleaños cuarenta no lo sorprendió en los salones de la academia, sino combatiendo con las armas en la mano por la misma causa fundamental que había empezado a defender antes de cumplir los veinte. Ahora bien, esta coherencia ética, que mucho tiene de deslumbrante, no ha de cegarnos a los matices de la profunda evolución que a lo largo los años experimentó su forma de entender la lucha y el papel del luchador; evolución que, necesariamente, tenía que manifestarse en su vida y en su literatura.
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