Sumario: | Por lo menos 7.889.128 hectáreas de nuestro país están en manos extranjeras, es el 19,4% del territorio nacional y nadie parece sorprenderse ni preocuparse. Las comunidades campesinas y los pueblos indígenas que se ven afectados directamente por estar ubicados en áreas extranjerizadas, son testigos y víctimas de la profunda desigualdad y explotación que genera la expansión global del sistema capitalista. Para ellos, la extranjerización se traduce en una pérdida directa de derechos de acceso y uso de recursos naturales históricamente aprovechados y resguardados por ellos. Son ellos los que viven en carne propia la "guerra por el espacio". Los propietarios extranjeros, pertenecientes a una élite transnacionalizada, portan formas de concebir el territorio conscientemente irresponsables del impacto que su actividad genera.
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