UNA EDUCACIÓN DE CALIDAD PARA UNA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA

En este artículo se aborda la importancia de la educación para que cualquier país disfrute de una democracia verdaderamente participativa, que no consista únicamente en la emisión del voto ciudadano cada un cierto tiempo. Sin embargo, no nos sirve cualquier educación, se necesita una educación de ca...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: GARCÍA-RUBIO, Juan
Formato: info:eu-repo/semantics/article
Lenguaje:Portugués
Publicado: Faculdade de Filosofia e Ciências 2018
Acceso en línea:https://revistas.marilia.unesp.br/index.php/orgdemo/article/view/8676
http://biblioteca-repositorio.clacso.edu.ar/handle/CLACSO/69977
Descripción
Sumario:En este artículo se aborda la importancia de la educación para que cualquier país disfrute de una democracia verdaderamente participativa, que no consista únicamente en la emisión del voto ciudadano cada un cierto tiempo. Sin embargo, no nos sirve cualquier educación, se necesita una educación de calidad que ayude a comprender de una forma crítica y reflexiva nuestro mundo. Una educación de calidad con tres dimensiones clave que analizamos: equidad, pertinencia y relevancia. La escuela debe contribuir a transmitir entre los jóvenes valores esenciales en democracia como el diálogo, el acuerdo, la convivencia y el respeto a las opiniones opuestas. A su vez, una democracia participativa favorecerá la existencia de una educación de calidad que alcance a todos los ciudadanos, sin excepción. La educación y la democracia se necesitan mutuamente, y ambas se refuerzan