Sumario: | El proyecto “Ensamblado en Colombia: producciones de saberes y construcción de ciudadanías”, iniciativa de la Universidad Nacional de Colombia, el Observatorio Colombiano de Ciencia y Tecnología, Maloka, la Universidad de Ibagué y la Universidad de Cartagena, con el apoyo de Colciencias, se constituye en el marco del cual se deriva el diseño de la innovación pedagógica que con orgullo presentamos. El libro titulado La ruta de Mutis se expone para que sus lectores se aproximen e interesen por nuevas maneras de apreciar y aprender la Ciencia, por descubrir el potencial de las relaciones entre universidad, escuela y ciudad, y por explorar variaciones legítimas para hacer investigación colaborativa entre grupos de maestros e investigadores. El interés permanente de las entidades participantes en este proyecto, por ampliar el acceso de los ciudadanos al conocimiento que se produce en nuestro país, se logra sintetizar en La ruta de Mutis. Para el IDEP, el apoyo a este proyecto fue una de las expresiones de los compromisos de un programa de gobierno que se empeñó en elevar la capacidad profesional de los maestros y lograr su permanente actualización, a partir del reconocimiento de la ciudad como escenario educativo. En efecto, la política pública propuesta en Bogotá en el cuatrienio 2008- 2012, propuso el proyecto conocido como Escuela- Ciudad- Escuela, a partir del cual se develaron un cúmulo importante y creativo de posibles caminos didácticos, desde los cuales movilizar nuevas formas de acceder al conocimiento. Así mismo, la alianza entre la Corporación Maloka y el Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico -IDEP-, fue determinante para alcanzar los importantes logros de la iniciativa de La ruta de Mutis y para identifi car nuevas propuestas de investigación e innovación en las que se vinculen los saberes, la experticia de los maestros, el acompañamiento de la universidad como apoyo para los procesos de investigación desde la experiencia de aula, la variedad de opciones de acceder al conocimiento a partir del saber popular y las potencialidades de los espacios educativos de la ciudad. A lo largo del libro se destaca la decisión de abordar este proyecto de investigación desde dos dimensiones. La de ser ciudadano, que parte de suponer que se tiene derecho para acceder a diversos lugares de la ciudad y, la dimensión asociada a la actividad pedagógica, que se desencadena al asumir la ciudad como escenario educativo, desde donde es posible entrelazar las vivencias de los estudiantes y los maestros frente a las actividades propuestas e hizo posible ampliar los repertorios didácticos para la enseñanza y el aprendizaje de conocimiento asociado a las ciencias y a la ciudadanía. Se resalta en el estudio, la importancia de trabajar de manera colaborativa entre estudiantes y maestros, otorgando especial importancia a la capacidad que deberían desarrollar los maestros de escuchar y valorar las preguntas de los estudiantes. Este hecho se hace evidente en el capítulo primero bajo el enunciado “Una pregunta que desencadena”. Este cuestionamiento, formulado por un niño de seis años, muestra la habilidad asertiva del maestro para reconocer un tema generador de una variedad interesante de conocimiento potencial. ¿Cuántos niños a lo largo de la historia de la escuela habrán realizado este tipo de preguntas y qué decisiones habrán tomado sus maestros? En este caso particular se hizo evidente que el maestro optó por otorgarle importancia didáctica a la pregunta: ¿Por qué los billetes tienen dibujos de señores? Además de tomarla como referente para una intervención didáctica, también la ubicó como una pregunta de investigación a partir de la cual se emprendió el trabajo colaborativo entre la Universidad Nacional de Colombia, El Colegio Distrital Los Alpes, Maloka y el IDEP, que derivó en la creación de La ruta de Mutis. Los sucesivos capítulos del libro La ruta de Mutis muestran el interés investigativo del profesor Rafael Quilaguy y el diálogo de saberes enerado con el profesor de la Universidad Nacional José Antonio Amaya, quien con su vasta experiencia de investigación sobre la Expedición Botánica aportó el conocimiento histórico de base para construir la experiencia pedagógica. Esta fecunda relación desplegó un cúmulo nteresante, creativo, intencionado y variado de trabajo didáctico propuesto en torno al billete de 200 pesos. Las actividades de observación del billete permitieron detallar la composición y los elementos constitutivos del billete y su referencia a hechos y personajes asociados con la Expedición Botánica, la referencias a hechos históricos y lugares de la ciudad que podían ser recorridos con los estudiantes, el signifi cado que adquiere un papel cuando se convierte en dinero y la posibilidad de realizar una taxonomía de las plantas americanas.Igualmente, las actividades de reelaboración del billete, de otros de diferentes denominaciones y de billetes de otros países, hizo posible que los estudiantes realizaran dibujos, propusieran nuevas ideas, indagaran y se mantuvieran interesados por los temas propuestos. Finalmente, el ejercicio de sistematización del proyecto y el aporte pedagógico construido a lo largo de la experiencia son, sin lugar a dudas, razones sufi cientes para recorrer todas y cada una de las palabras tejidas a lo largo de La ruta de Mutis y seguramente su lectura animará a muchos maestros para desarrollar propuestas didácticas similares y, por supuesto, convoque a Maloka y al IDEP para emprender otros proyectos.
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