Límites de la concepción correlacionista del diseño tecnológico: el caso de las nanomáquinas.

Existen al menos tres preguntas fundamentales para abordar la problemática del diseño tecnológico. La primera, es la pregunta por la agencia: ¿quién o qué diseña? Una segunda pregunta corresponde al método de diseño: ¿cómo se diseña? Por último, una tercera pregunta es de carácter ontológico, ¿qué e...

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Detalles Bibliográficos
Autor principal: Sandrone, Darío
Formato: info:eu-repo/semantics/article
Lenguaje:Español
Publicado: Centro de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades 2017
Materias:
Acceso en línea:https://revistas.unc.edu.ar/index.php/afjor/article/view/17731
http://biblioteca-repositorio.clacso.edu.ar/handle/CLACSO/33723
Descripción
Sumario:Existen al menos tres preguntas fundamentales para abordar la problemática del diseño tecnológico. La primera, es la pregunta por la agencia: ¿quién o qué diseña? Una segunda pregunta corresponde al método de diseño: ¿cómo se diseña? Por último, una tercera pregunta es de carácter ontológico, ¿qué es un objeto diseñado? He llamado filosofías del artefacto a los enfoques que abordan estas tres preguntas de la siguiente manera. En primer lugar, el agente de diseño es un diseñador humano, racional, deliberativo y previsor. En segundo lugar, el método de diseño se basa en la intención del diseñador humano, que incluye la previsión de los usos prácticos de la entidad diseñada. Por último, el resultado de tales procesos es un cierto tipo de objeto artificial, el artefacto, que cumple una función de mediación entre el ser humano y su medio.Por otro lado, las filosofías del artefacto asumen que la actividad de diseñar un artefacto implica un estudio de los vínculos entre la organización material del objeto y los rasgos subjetivos de diseñadores y usuarios. Niegan la posibilidad de conocer las clases de objetos artificiales en sí mismas, y sostienen que solo es posible hacerlo a partir del estudio de las capacidades cognitivas y estados mentales humanos (percepción, acción, creencias, propósitos, deseos, prácticas y mecanismos de comunicación) que, supuestamente, fundamentan su origen y permanencia.  A las posiciones que asumen este compromiso ontológico y epistemológico las he denominado posiciones correlacionistas[1]. Para estas posiciones, el conocimiento de las ciencias naturales no puede explicar ni describir la naturaleza de los objetos técnicos.En este artículo, me interesa analizar la ontología del diseño tecnológico que posee un tipo específico de correlacionismo técnico instituido, por otra parte, como una de las corrientes más importantes en el ámbito de la Filosofía de la Tecnología contemporánea: el Programa de la Naturaleza Dual de los artefactos técnicos (PND, de ahora en más). Para ello comenzaremos examinando a una de sus principales fuentes, la teoría del diseño de Herbert Simon, desarrollada a finales de la década de 1960, la cual no solo ha marcado fuertemente los desarrollos posteriores en las teorías del diseño industrial, sino también los de la ontología de los objetos artificiales. Luego, analizaremos algunas de las principales tesis del PND en sus dos vertientes. La primera, desde el enfoque del diseño, centrado en las intenciones de los diseñadores, y en el que se concibe a los fenómenos naturales como una restricción a esas intenciones. La segunda, desde la perspectiva del usuario, en la que se concibe al diseño tecnológico como la elaboración de un plan de uso. Por último, exploraremos algunos aspectos ontológicos y epistemológicos del diseño de nanomáquinas que, desde nuestro punto de vista, exponen los límites de las concepciones correlacionistas en relación con determinados fenómenos tecnológicos, en este caso, la génesis de nanomáquinas. [1] He tomado este término del filósofo Francés Quentin Meillassoux, quien entiende por “correlación” a “la idea según la cual no tenemos acceso más que a la relación entre pensamiento y ser, y nunca a alguno de estos términos tomados aisladamente (…) De allí en más se hace posible decir que toda filosofía que no se pretenda un realismo ingenuo se ha convertido en una variante del correlacionismo.”  (Meillassoux, 2015: 29). Desde mi perspectiva, las filosofías del artefacto son correlacionistas porque afirman que no se puede acceder al objeto técnico sino a los vínculos entre ese objeto y las intenciones humanas.